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Exploramos cómo la flexibilidad laboral transforma el trabajo, permitiendo a empleados y empresas adaptar horarios, lugares y modos de trabajo según sus necesidades.
El mundo laboral tal como lo conocemos está experimentando una transformación radical, y la flexibilidad laboral es la brújula que guía este viaje hacia el futuro. ¿Te imaginas poder elegir cuándo, cómo y desde dónde trabajas? Esa es precisamente la promesa que ofrece el trabajo flexible, desafiando las estructuras laborales tradicionales que han dominado durante décadas.
La flexibilidad laboral se ha convertido en un pilar fundamental en el entorno actual, donde la libertad y la adaptabilidad son esenciales para el éxito tanto de las empresas como de sus colaboradores. Este modelo no es una simple moda; es un enfoque que implica un acuerdo entre empleadores y empleados para crear un ambiente laboral que se ajuste a las necesidades y metas de ambas partes.
En este blog, exploraremos los matices de la flexibilidad laboral y cómo se materializa el trabajo flexible en las empresas.
La flexibilidad laboral ha sido un tema de estudio desde el siglo XX, una época marcada por conflictos económicos y geopolíticos que afectaron el crecimiento económico de varios países. En respuesta, se buscaron estrategias para reemplazar los esquemas tradicionales de trabajo con recursos más flexibles, capaces de adaptarse a las nuevas condiciones de la economía global.
“Desde sus inicios, la flexibilidad laboral se ha presentado como una estrategia para mejorar la competitividad y adaptarse a las nuevas condiciones económicas”. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), la flexibilidad laboral implica la capacidad de realizar cambios en la cantidad, estructura, funciones y costos del trabajo utilizado en el proceso productivo, con restricciones normativas.
Estudios como el de la Universidad Autónoma de Baja California destacan que la flexibilidad laboral puede manifestarse de diversas formas, como la flexibilidad externa (capacidad de una empresa para ajustar su plantilla de empleados) y la flexibilidad interna (capacidad de reasignar tareas y modificar la organización del trabajo).
En este post, nos enfocamos en las manifestaciones de flexibilidad laboral que pueden implementarse de manera estratégica, organizada y coordinada entre empresas y colaboradores, con el objetivo de lograr un beneficio mutuo. Estas prácticas, tienen por objetivo no solo aumentar la productividad de las empresas, sino también mejorar el bienestar de los trabajadores.
La flexibilidad laboral implica la modificación del esquema laboral tradicional y puede tomar diversas formas.
Aquí tienes una lista (no exhaustiva) de las iniciativas que pueden implementar las empresas:
En este caso, las empresas renuncian al control de las horas de trabajo, los registros de entrada y salida, y los horarios fijos. Los colaboradores obtienen mayor autonomía para elegir sus horarios de trabajo, lo que tiene en cuenta los picos de productividad individuales.
En esta categoría también se ubican las empresas que tienen “horarios escalonados” que habilitan el ingreso y salida de trabajadores en horarios diferentes; los empleadores que acuerdan un “banco de horas”, una variante que permite que los trabajadores acumulen créditos o débitos de horas trabajadas en un período de varios meses que después pueden compensarse con tiempo libre remunerado o usarse para aumentar los días de vacaciones; las llamadas “semanas comprimidas”, una modalidad en la que se trabajan las mismas horas semanales en menos días a la semana y los “ciclos semanales” que permite promediar las horas de trabajo en períodos mayores a una semana.
Esto se traduce en el principio de “trabajar desde cualquier lugar”. Las empresas permiten a sus colaboradores trabajar desde casa (teletrabajo), la oficina, espacios de trabajo compartidos o incluso desde el extranjero.
Diferentes estudios, entre ellos el del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se refieren a esta modalidad como “Smart Working”, que no solo abarca la posibilidad de decidir desde dónde trabajar, sino también cuándo hacerlo. Esta tendencia es cada vez más popular en el mundo actual, ya que las nuevas generaciones de trabajadores eligen la flexibilidad como un estilo de vida. Para ellos, el bienestar no solo se asocia con tener un salario suficiente, sino también con la libertad de elegir dónde y cómo trabajar
Se trata de un enfoque en auge conocido como "Flexoffice". En este modelo, las empresas no asignan puestos de trabajo fijos a sus colaboradores. Al llegar al lugar de trabajo, los empleados simplemente eligen un espacio disponible para el día y comienzan sus tareas.
Algunas empresas van aún más allá y adquieren oficinas en áreas de alta densidad habitacional, ofreciendo a los trabajadores la opción de ir a la oficina central o a una más cercana a sus hogares. Esta estrategia no elimina la oficina de ecuación pero si reduce significativamente los tiempos de trayecto para los empleados..
Este enfoque es más difuso y puede incluir la promoción del "trabajo compartido" (dos colaboradores a tiempo parcial que forman un equipo a tiempo completo y comparten las responsabilidades laborales). Además, las empresas pueden ofrecer "flexibilidad funcional o polivalencia", asociada a la reconversión laboral interna, que implica que los colaboradores desempeñen diferentes roles dentro de la empresa, siempre con objetivos predefinidos.
Muchas empresas han descubierto que el éxito radica en combinar diferentes modalidades de flexibilidad. Un ejemplo concreto de esta noción es el trabajo híbrido, que permite a los empleados trabajar una parte de la semana desde casa (teletrabajo) y otra parte desde la oficina. Esto ofrece una flexibilidad que equilibra las necesidades de la empresa con las del trabajador, creando un entorno de trabajo más compatible con el mundo actual.
Aunque la flexibilidad laboral existe desde principios del siglo XX, hoy en día es crucial considerar que cualquier modalidad de flexibilidad laboral debe estar enmarcada en la legislación de cada país y en las políticas de la empresa. Esto es fundamental para crear hábitos que permeen la cultura laboral y conviertan esta estrategia en una política sostenible.
Adicionalmente, las tendencias actuales nos llaman a evitar que cualquier medida de flexibilidad laboral vaya en detrimento de los derechos de los colaboradores. Por el contrario, deben buscar favorecer el bienestar y la salud de los empleados. Cuando esto se logra, es posible ver cómo esta estrategia beneficia a ambas partes.
En la segunda parte de este blog, desarrollaremos los beneficios y desafíos de la flexibilidad laboral
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